Todos somos poetas
mediocres a esta altura.
Ignoramos las vetas
profundas de la oscura
canción que el castellano
elaboró a lo largo
de un milenio. ¡Cuán vano
el ejercicio amargo
de leer traducciones
de novedades sólo,
cuán tristes tradiciones
las actuales...! Con dolo
perpetro este soneto
acusador, inquieto.
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